Esta critica fue publicada en marzo del 2007 que fue cuando realicé mi primera exposición individual.
ENRIQUE RUEDA UNA DE LAS carencias más significativas del arte más reciente es su relación con el espectador. La normalización de la relación entre la infinita diversidad de lenguajes y expresiones artísticas y sus receptores contemporáneos es aún hoy, a pesar de la creciente oferta institucional de espacios públicos, una asignatura decisiva para que una parte fundamental del juego no quede presa en la indiferencia. Es por ello que se torna decisivo replantear cuáles son las estrategias de acercamiento que la disciplina está llevando a cabo. En este sentido, ofrecer a los alumnos desde los centros de educación la posibilidad de familiarizarse con los trabajos de los artistas de su tiempo y de reflexionar sobre ellos es, sin duda, un camino con garantías de éxito. Por esto hay que saludar la feliz iniciativa de algunos centros como el que nos ocupa: la sala de exposiciones del Colegio Leonés, que podemos hacer extensiva a la sala Campus Stellae de los maristas. En ambos casos, la presentación del trabajo de los artistas está fuertemente vinculada al desarrollo de actividades docentes con los propios alumnos del centro, con independencia de que las exposiciones puedan ser visitadas por el público en general. No deja de resultar interesante ese paralelismo que mantiene los usos de una sala de exposición habitual con el valor añadido de convertirse en lugar de encuentro para la experiencia artística con los más jóvenes. En esta ocasión, la sala de exposiciones del Colegio Leonés presenta las obras de la joven artista Paula Casla. Su proyecto está apadrinado por el artista Juan Carlos Uriarte. Este vínculo entre un artista consolidado y otro que comienza contribuye no sólo a establecer un diálogo y posibles paralelismos entre la obra de ambos artistas, sino que añade otra perspectiva más de carácter didáctico a todo el conjunto desde el que se plantea esta experiencia. Las pinturas de Casla beben de las fuentes expresionistas, donde el cuadro se convierte en lugar de convulsión en el que emerge el drama interior del artista. La presencia del texto permite a sus obras abrir una línea de investigación paralela en la que el texto conceptualiza esas mismas sensaciones antes transmitidas a través del gesto pictórico. Expone también unas fotografías en las que la sutil perspectiva a la hora de presentar la imagen dotan a la obra de un punto de vista especialmente intimista. Uriarte contribuye con algunas de sus obras, que nacen cargadas de un sentido profundamente táctil y matérico, al que sobrepone una narración simbólica desde la que llama la atención sobre grandes artistas como Fellini.
Aparecido en Diario de León 12/03/07
martes, 22 de enero de 2008
sábado, 19 de enero de 2008
Estas son mis piezas; comencé por empastes utilizando una misma gama de colores; el color es para mí algo fundamental es una forma de expresividad completa, en la que a través de el pretendo mostrar mi visión de las cosas, de una forma abstracta busco la expresión total.
Estas son dos piezas en las que relaciono es texto con la pintura, el primero contraresto los colores vivos con un poema dedicado a la muerte, y la segunda pieza; Intenté relacionar mi trabajo con un poema del Premio Cervantes Antonio Gamoneda, el poema es:"Existían tus manos" recogido en su antología poética.
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